sábado, 16 de febrero de 2008

"Vértigo, de entre los muertos", 1958, Alfred Hitchcock

Escena Restaurante Ernie’s, minutos 15’ 40’’ / 17’ 10’’ aproximadamente.

Scottie, a petición de Elster, acude al restaurante donde esa noche cenan él y su esposa. Es en esta escena donde Scottie, al igual que el espectador, ve por primera vez a Madeleine.

Planos:
0. Fundido encadenado con la escena anterior.
1. PG exterior de Ernie’s, travelling de acercamiento hacia la fachada.
2. PM de Scottie sentado en la barra, la cámara lo abandona en un travelling oblicuo de retroceso y se adelanta en un travelling de avance entre las mesas para terminar en PG en frente de la de Elster y Madeleine.
3. PM de Scottie.
4. PG del matrimonio sentado en la mesa desde el punto de vista de Scottie.
5. PM Scottie.
6. PG de la pareja levantándose de la mesa.
7. PM de Scottie, más corto.
8. PG en el que vemos a Madeleine caminar hacia la salida, al atravesar el marco de la puerta la cámara hace una panorámica y termina encuadrándola en PP de perfil.
9. PP de Scottie de perfil.
10. PP de Madeleine, que gira la cabeza hacia la derecha.
11. PP de Scottie, que gira la cabeza hacia la izquierda.
12. PP de Madeleine dejando el encuadre por la derecha.
13. PP de Scottie de perfil.
14. PG en el que Elster y Madeleine caminan hacia la salida del restaurante abandonando el cuadre por la izquierda.
15. PP de Scottie.
16. Fundido encadenado con la escena siguiente.

La escena comienza con un travelling de acercamiento hacia la fachada del restaurante, un movimiento éste, el de la cámara avanzando, que se repite durante todo el film desde los mismos títulos de crédito.

Seguidamente vemos a Scottie sentado en la barra buscando a Elster y su mujer con la mirada, la cámara lo deja para retroceder en otro travelling y buscar también al matrimonio entre la gente. Mediante este movimiento de cámara se muestra más claramente el interior del restaurante, un lugar muy elegante tapizado en un llamativo rojo fuego en una de cuyas paredes cuelga un cuadro rodeado por flores rosas y blancas, ambos elementos –el cuadro y las flores- de gran importancia en la narración de los posteriores acontecimientos. La cámara parece centrarse en este cuadro pero por la izquierda del encuadre emerge la imagen de una mujer vestida con un chal verde brillante.
En este punto la cámara enseguida se fija en ella y se acerca en un lento y sinuoso travelling al tiempo que disminuye el sonido diegético y comienza a sonar la banda sonora. Sin ser un travelling subjetivo del personaje de Scottie, da la impresión de que el espectador y el mismo personaje hayan encontrado a la vez a Madeleine. Aún más, Hitchcock quiere imponer al espectador la mirada de fascinación del personaje y hacerle partícipe de ésta valiéndose del travelling del que hablábamos y de ciertos elementos de puesta en escena como la música, el verde esmeralda de las ropas de ella en contraste con las paredes rojas o su pose inmóvil en contraste con la relativa agitación de la sala.
Un plano medio de Scottie nos revela que efectivamente también la ha encontrado y la observa entre atraído y temeroso. A partir de aquí la cámara adopta definitivamente el punto de vista subjetivo de Scottie. En plano general aparece el matrimonio a punto de levantarse de la mesa, y observamos a la mujer en un doble encuadre que producen los vanos de dos puertas, una situada entre la sala donde se encuentra Scottie y la sala en que cena el matrimonio y otra más atrás de esta última sala. Elster y Madeleine se levantan y avanzan hacia la primera puerta, Scottie sigue mirando como se acercan y la melodía de la banda sonora va subiendo el volumen. Por un momento Elster se queda en el umbral de la puerta en una zona de cierta oscuridad, pero Madeleine surge de esta oscuridad y atraviesa el vano, casi como emergiendo de un cuadro –algo que también tiene que ver con la narración posterior-. Su cabello está recogido en un moño que forma un espiral, leit-motiv de la película.
La cámara sigue a Madeleine en una panorámica hasta que la encuadra en PP de perfil, momento en el cual el fondo rojo se ilumina y su figura resplandece literalmente. Su rostro transmite también una sensación etérea, como de escultura griega, y la melodía alcanza su máxima intensidad. Ella gira su cabeza hacia la izquierda y después nuevamente hacia el frente, abandonando el encuadre en PP –momento que coincide con la progresiva disolución de la música- por la derecha en compañía de su marido. Scottie ve a la pareja abandonar el restaurante pasando en frente de un espejo situado justo al lado de la puerta en el que Madeleine se refleja, aludiendo así a la sensación de aparición o de espejismo, y anunciando también el ‘desdoble’ posterior del personaje.
La escena acaba con un primer plano de Scottie mirando hacia abajo confundido.

Hitchcock plantea una escena en la que todos los elementos sirven a un propósito final muy claro: sugerir la mirada de Scottie y sus sensaciones al ver a Madeleine. El espectador termina por no sólo por entender perfectamente al personaje de James Stewart, sino por sentir exactamente la misma fascinación, misterio y obsesión del propio personaje. Increíble y magistral. Lección total de cine.


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